El granizo hizo estragos. En diálogo con Diario Río Uruguay, Edgardo Siandra de la bodega Ciandra Hermanos explicó que “sobre que llegamos el lunes a las 6 de la mañana, empezó a amenazar el tiempo y se vino de golpe desde el lado este de La Criolla”.
En aquel entonces, recordó que “las primeras gotas vinieron acompañadas con un fuerte granizo de gran tamaño” y aseguró que “nunca había visto piedras de esa dimensión y con tanta deformidad, que hacían muchas puntas”. Esta particularidad fue la que ocasionó “daños terribles en los techos de los invernaderos y en la parte del viñedo”.
En este último sector, señaló que “podemos ir caminando y viendo hojas molidas, fruta en el suelo”, por lo que “día a día iremos viendo el daño que se ocasionó”. Actualmente, comentó que “estamos trabajando nuestros técnicos, viendo la parte fitosanitaria de la fruta que quedó”.
El granizo
Por otro lado, Siandra apuntó que “la caída de granizo duró aproximadamente 10 minutos” y, en el galpón de la bodega “se pudo observar que quedó el piso cubierto de piedras de diversos tamaños”, aunque lo que llamó la atención “fue la deformidad de las piedras”.
Para este tipo de situaciones, explicó que “en las zonas de Cuyo y otros sectores como Córdoba, se usa el sistema de espaldera, porque les resulta más sencillo usarlo que nosotros acá, ya que dividimos la planta en dos y se vuelve más complejo”.
Además, consideró que “en los 13 años que llevo de producción de vid, es la primera vez que me golpea el viñedo un granizo” de esta magnitud, entonces “son cosas que no se consideraban puntualmente”.
Primera vendimia
Por lo pronto, comentó que “la producción del vivero está sana, que es lo importante, a diferencia de las coberturas, que son las coberturas que nosotros producimos, que se vieron muy afectadas. Hoy son muy costosos los polietilenos que utilizamos, pero le vamos a poner el pecho a eso y vamos a tratar que no nos opaque, porque ya estamos acostumbrados a pasar por diversas situaciones”.
En cuanto a “lo de la primera vendimia”, indicó que “a lo que queda lo vamos a vendimiar igual en la fecha”, ya que debido a los daños ocasionados por las piedras “los volúmenes a lo mejor van a ser menores” y eso “va a hacer que se apure el proceso”.
Afortunadamente, valoró que “tenemos la suerte de tener un viñedo muy parejo y homogéneo con mucha vegetación. Eso ayudó a que la destrucción no sea tan masiva, pero vos caminas por las hileras y hay muchos granitos en el suelo, eso significa las piedras golpearon parejo en todo el lote”.
Controles
De ahora en más, anticipó que “hay que hacer muchos controles fitosanitarios, porque empieza la madurez y ya comenzó el envero”. En particular, apuntó que “hay una de las uvas blancas, que es con la que haremos la primera vendimia del año, el Chardonnay, que ya estaba en un envero bastante completo y corre riesgo fitosanitario al golpearse y machucarse, entonces tenemos que estar muy atentos a eso”, explicó Siandra.
En estos momentos, mencionó que “estamos trabajando codo a codo con el ingeniero viendo esos detalles”, además de que “estamos terminando de vaciar todos los tanques de fermentación y de guarda para comenzar la nueva vendimia”.
Debido a esto, aseguró que “estamos desparramados con mi hermano, de un lado para el otro, desarmando techos en el invernadero y arreglando lo más complicado, mientras otro grupo se ocupa de las tareas diarias de la bodega, del trabajo en el viñedo, así que estamos estirándonos como un elástico”, conluyó el productor.