El ARA “San Juan” perdió contacto el 15 de noviembre de 2017, cuando regresaba de Ushuaia hacia Mar del Plata en una misión de patrulla. Minutos antes, la tripulación había informado un problema en el tanque de baterías N°3, afectado por la entrada de agua de mar en medio de un temporal, lo que derivó en un incendio y una emergencia a bordo. Se trató del último mensaje oficial del submarino antes de que se registrara, en la zona del Golfo San Jorge, una explosión compatible con una implosión a gran profundidad.
A bordo viajaban 44 tripulantes. Entre ellos estaba Fernando Ariel Mendoza, teniente de navío (ascendido post mortem a capitán de corbeta) oriundo de Concordia, egresado de la Escuela Técnica N° 1, que luego se mudó a Mar del Plata para incorporarse a la Armada Argentina. Tenía 38 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Era el tercero en la cadena de mando del buque, integrante de la Fuerza de Submarinos y un profesional reconocido por sus compañeros por su compromiso y vocación de servicio.
Con la confirmación de la tragedia y, un año después, el hallazgo del casco del submarino a unos 900 metros de profundidad, la figura de Mendoza quedó definitivamente asociada en Concordia a la imagen del héroe silencioso: el marino que eligió una carrera exigente, lejos de su ciudad natal, y que terminó entregando la vida en cumplimiento del deber.
Homenajes y memoria viva en la ciudad
En estos años, distintos actos en Concordia buscaron mantener viva la memoria del submarinista. La avenida de la costanera que une avenida Castro con el Mirador Turístico lleva el nombre de “Teniente de Navío Fernando Ariel Mendoza”, decisión que fue aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante y oficializada con un emotivo acto junto a su familia.
En el mismo sector de la Costanera se levantó un monolito en homenaje a Mendoza y a los 44 tripulantes del ARA San Juan. Allí se realizan cada año ceremonias en las que participan autoridades municipales, representantes de fuerzas de seguridad, organizaciones sociales y, sobre todo, los padres y allegados del marino concordiense, que han agradecido públicamente el “abrazo” permanente de la comunidad.
En aniversarios anteriores, Concordia se sumó a las jornadas de memoria con ofrendas florales, minutos de silencio y actividades especiales en la costanera. Medios locales recordaron la trayectoria de Mendoza, describiéndolo como un vecino que, desde muy joven, soñó con la vida en el mar y que encontraba en el submarino “algo más que un trabajo”: una verdadera vocación.
Día Nacional por la Memoria de los 44 héroes
A nivel nacional, el 15 de noviembre fue instituido por ley como “Día Nacional por la Memoria de los 44 Héroes del submarino ARA San Juan y la reafirmación de los derechos soberanos sobre el territorio marítimo argentino”. La norma, sancionada en 2024, busca que cada año el país renueve el compromiso de recordar a los marinos y acompañar la lucha de sus familias.
En distintas bases navales, particularmente en Mar del Plata –donde tenía asiento la tripulación– se realizaron actos por el octavo aniversario del hundimiento, con presencia de autoridades de la Armada, ex submarinistas y familiares. El mensaje oficial volvió a destacar el valor del sacrificio de los 44 y su legado como ejemplo de servicio y entrega al país.
Mientras tanto, en Concordia el nombre de Fernando Mendoza se repite en placas, carteles de calle, árboles plantados en su honor y en cada acto escolar o institucional donde se repasa la lista de los 44. A ocho años de la tragedia del ARA San Juan, la ciudad ratifica que el submarinista concordiense forma parte de su memoria colectiva y de una historia que sigue interpelando a toda la sociedad argentina.